Con el inicio de julio, los hogares argentinos enfrentan un nuevo combo de aumentos que impactarán de lleno en el bolsillo. A pesar de la desaceleración de la inflación —que en mayo fue del 1,5% y podría acercarse al 2% en junio—, los servicios públicos y privados actualizan sus tarifas. Entre los principales incrementos se destacan las subas en luz, gas, combustibles, transporte, colegios privados, medicina prepaga, cable, telefonía e incluso en los alquileres que aún se ajustan por la anterior ley vigente.
En materia energética, el Ministerio de Economía aprobó una serie de resoluciones que fijan nuevas tarifas para el gas natural y la energía eléctrica. La Resolución 282/2025 determinó que los usuarios verán un ajuste cercano al 2% en la factura del gas a partir del consumo de julio. Aunque se estableció una reducción del 0,74% en el precio mayorista del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), el efecto final sobre el usuario dependerá de la segmentación tarifaria: los usuarios de mayores ingresos pagarán tarifa plena, mientras que los niveles 2 y 3 tendrán bonificaciones sobre un consumo base. “La política de mantener subsidios generalizados y crecientes en el tiempo es incompatible con la situación financiera actual”, argumentó la cartera conducida por María Carmen Tettamanti.
En cuanto a la electricidad, la Resolución 280/2025 estableció un nuevo Precio Spot de $13.433 por MWh en el Mercado Eléctrico Mayorista, lo que implicará un incremento del orden del 2% en la tarifa de luz para el AMBA. A esto se suma un nuevo esquema transitorio de remuneración mientras se redefine un modelo de contratación más competitivo y sostenible para el sector.
El aumento de los combustibles también suma presión al índice de precios. El decreto 441/2025 autorizó una suba en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono: en las naftas, el incremento será de $6,62 por litro, mientras que para el gasoil, el ajuste rondará entre $5,34 y $8,85 por litro, según la región. Si bien se pospuso parte del aumento para agosto, las petroleras podrían volver a actualizar los valores en los surtidores, como ya lo hicieron Puma, Axion y Shell semanas atrás.
Pero la energía no será el único rubro con ajustes. En el AMBA, el servicio de agua potable y cloacas a cargo de AySA subirá un 1%. Las empresas de medicina prepaga aplicarán aumentos que van del 1,2% al 2,65%, y los colegios privados con subsidio estatal aumentarán sus cuotas un 2,4% en la Ciudad de Buenos Aires y hasta un 4,2% en la Provincia. “El esfuerzo por sostener el funcionamiento institucional frente a la inflación obliga a ajustar las cuotas”, señalaron desde entidades educativas.
En el caso de los alquileres aún regulados por la ley anterior, el índice de actualización en julio será del 66,1%, lo que representa una desaceleración respecto a los meses anteriores, pero sigue representando un golpe fuerte para los inquilinos.
También habrá aumentos en telecomunicaciones: las empresas de cable, internet y telefonía ajustarán hasta un 5% sus tarifas. Y el transporte no quedará exento: el boleto mínimo de colectivo en la Provincia pasará a costar $489,61 y el del subte porteño se incrementará a $996. Las líneas nacionales en el AMBA verán un aumento del 6,2% desde el 16 de julio, lo que afectará a millones de pasajeros.
El panorama económico de julio se presenta así cargado de aumentos escalonados que, si bien buscan corregir distorsiones tarifarias y sostener el equilibrio fiscal, tendrán un fuerte impacto en el poder adquisitivo de los consumidores.