Tras el fallo de la Corte Suprema que confirmó su condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos, Cristina Fernández de Kirchner retomó la ofensiva política desde el Congreso. Su objetivo inmediato: apurar el debate sobre la ampliación de la Corte Suprema, una iniciativa que se discute en comisiones del Senado y que se convirtió en una de las prioridades del bloque Unión por la Patria (UxP).
En el oficialismo se barajan dos proyectos. Uno impulsado por la senadora rionegrina Mónica Silva, que propone elevar a nueve los miembros del máximo tribunal con un cupo mínimo de cuatro mujeres; y otro, del salteño Juan Carlos Romero, que plantea llevarlo a siete integrantes. Esta última alternativa aparece como la más viable dentro del peronismo, ya que “recibió la aprobación de la ex mandataria en la reunión que tuvieron los legisladores en la sede del PJ”, según fuentes parlamentarias. No obstante, desde el espacio kirchnerista reclaman que se garantice un mínimo de tres mujeres, lo que implicaría una participación femenina del 40%.
El proyecto original de Romero establece que no más de cinco jueces podrán ser del mismo sexo, sin asegurar que las nuevas vacantes recaigan en mujeres. Este punto será uno de los más debatidos en las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales. Sin embargo, el tratamiento sufrió un traspié esta semana: el plenario debió suspenderse por la ausencia de senadores oficialistas, muchos de ellos ocupados en actividades en respaldo a Cristina Kirchner. A eso se sumaron las dificultades logísticas que dejó el paro de vuelos. “Se evaluó que no había garantías para generar un debate objetivo para la exposición de los invitados al primer panel”, explicaron fuentes del Senado.
El cronograma legislativo complica aún más los tiempos. La semana próxima estará marcada por dos feriados nacionales y por la movilización convocada para acompañar a Cristina Kirchner a Comodoro Py, donde deberá presentarse ante la Justicia. A pesar de estos contratiempos, se resolvió que el jueves 26 de junio se reanuden las reuniones informativas con especialistas y organizaciones invitadas, cuyos nombres aún no fueron confirmados oficialmente.
Cristina Kirchner volvió a apuntar directamente contra la actual Corte, integrada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, a quienes calificó como “monigotes” y describió como “un triunvirato que ejecuta órdenes superiores”. Sus declaraciones dejan en evidencia el trasfondo político del intento de reforma. Mientras tanto, el oficialismo busca avanzar en comisiones con apoyo de bloques provinciales, con la intención de reunir al menos los 34 votos necesarios para llevar la iniciativa al recinto.
Aunque en 2022 el Senado ya aprobó un proyecto para elevar a 15 la cantidad de jueces del máximo tribunal, la propuesta nunca se trató en Diputados. Ahora, el oficialismo busca una versión más moderada que logre mayor consenso. Por el momento, el respaldo de la UCR —clave para alcanzar la mayoría— es incierto y dependerá de lo que resuelvan los gobernadores. El PRO, por su parte, se mantiene dividido y en línea con el presidente Javier Milei, quien manifestó que prefiere postergar la discusión hasta después de las elecciones legislativas.