El ministro de Economía, Luis Caputo, llegó este miércoles a Washington junto a parte del equipo económico para participar de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI). Allí tiene previsto reunirse con la directora gerente Kristalina Georgieva para analizar el avance del nuevo programa aprobado a principios de abril. Además, en estos días mantendrá reuniones bilaterales con autoridades económicas de otros países y presentará los lineamientos del plan del Gobierno argentino ante importantes inversores internacionales.
Caputo no viajó solo: lo acompañan el secretario de Política Económica, José Luis Daza; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; su vice, Vladimir Werning; y el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger. También se sumó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien ya se encontraba en la capital estadounidense tras su exposición en un panel sobre el G24 en la sede del FMI. Según trascendió, el encuentro entre Caputo y Georgieva aún no figura oficialmente en ninguna agenda, aunque la propia directora, vestida de rojo y rodeada de custodios, confirmó a periodistas argentinos que se reunirán “aunque no sabe exactamente cuándo”.
La reunión servirá para repasar la implementación del nuevo programa, la reciente salida del cepo cambiario y los desafíos futuros. Georgieva destacó públicamente el caso argentino, señalando que “la situación de Argentina es un ejemplo de un país que ha logrado grandes avances a través de reformas estructurales y disciplina fiscal”. En línea con este reconocimiento, el organismo aprobó un nuevo acuerdo que incluye un desembolso de 20.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 millones se adelantaron, un monto inusual para el FMI. En este contexto, el ministro argentino arriba a Washington en una posición más cómoda que en otras ocasiones, respaldado por la estabilidad del dólar dentro de las bandas de flotación y una inflación en descenso, que el Fondo proyecta entre un 18% y 23% para fin de año.
No obstante, el clima general de la Asamblea está atravesado por la creciente incertidumbre global, impulsada por las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China. El FMI advirtió que este conflicto podría enfriar el crecimiento mundial y presionar la inflación en las principales economías. A pesar de este panorama, Argentina se presenta con perspectivas de crecimiento del 5,5% para 2025, una rareza en medio de las turbulencias internacionales.
La presencia argentina en esta edición del FMI ha sido más activa que en años anteriores. Además de Quirno, expondrán esta semana Bausili, en un panel junto al jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, y Sturzenegger, quien hablará sobre las reformas de desregulación junto a Georgieva. En paralelo, Caputo participará este miércoles de un encuentro cerrado organizado por JP Morgan, donde presentará el programa económico argentino ante grandes inversores. En ese mismo foro, el martes, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, dejó abierta la posibilidad de respaldar a la Argentina con un préstamo especial si surgieran complicaciones externas.
En su agenda de estos días, Caputo también tiene previstas reuniones bilaterales con ministros de Finanzas de Alemania, Francia, Italia, Países Bajos e India, en un esfuerzo por consolidar apoyos internacionales y reforzar el posicionamiento económico argentino en un escenario global desafiante.