La inflación de marzo sorprendió con un inesperado aumento del 3,7%, una cifra que ninguna de las consultoras privadas había anticipado. Esta variación en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se explica principalmente por el fuerte incremento en los precios de los alimentos, un rubro de gran peso dentro del cálculo de la inflación. De acuerdo con los datos oficiales del INDEC, los aumentos en productos básicos de consumo diario fueron determinantes para este resultado, destacándose sobre todo los incrementos en el precio de verduras y carnes, productos esenciales en la canasta de los hogares argentinos.
En el análisis de los productos que más subieron, el tomate redondo lidera la lista con un asombroso incremento del 105,6% en tan solo un mes, seguido por la lechuga, que experimentó una suba del 73,1%. Estos dos vegetales, fundamentales en la dieta diaria de los argentinos, explican gran parte del salto inflacionario del mes. A continuación, otros alimentos también tuvieron aumentos considerables, como la papa, con una variación del 28,2%, y la naranja, que se encareció un 11,8%. En quinto lugar se encuentra el pollo entero, con un aumento del 10,4%, un rubro que había mantenido una relativa estabilidad respecto a otras carnes, pero que ahora refleja un alza importante.
El ranking continúa con el café, que subió un 9%, siendo un producto importado que se ve afectado por los aumentos internacionales en su precio. Otros cortes de carne también se destacaron en la lista, como el cuadril, con un aumento del 8,5%, y los huevos, que incrementaron su valor en un 8,2%. Además, la paleta, otro corte vacuno muy utilizado en la preparación de milanesas, experimentó una suba del 7,5%, seguida por la nalga, con un aumento del 7,1%. Estos incrementos reflejan un panorama preocupante para el bolsillo de los consumidores, quienes ya ven cómo los precios de los productos esenciales afectan su poder adquisitivo.
El aumento de la inflación en marzo resalta las dificultades económicas que enfrenta el país, especialmente en un contexto en el que los alimentos continúan siendo uno de los principales factores de presión. A medida que el costo de vida sigue aumentando, la situación se complica para muchos argentinos, quienes ven cómo sus gastos en alimentos básicos crecen de manera descontrolada.