La soja experimenta una alta volatilidad en los mercados internacionales

En los últimos días, la soja ha mostrado una volatilidad marcada, con un aumento de 10 dólares por tonelada en solo una semana, seguido por una abrupta caída de casi 20 dólares en apenas dos jornadas. Desde los 378 dólares por tonelada alcanzados el martes en el mercado de referencia de Chicago, el precio de la oleaginosa descendió hasta los 361 dólares al cierre de la semana, impulsado por los anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre nuevas políticas comerciales. Esta fluctuación refleja la alta susceptibilidad del mercado de la soja a factores externos y a las decisiones políticas internacionales.

Los analistas del mercado coinciden en señalar que el aumento en el precio de la soja se debía a la expectativa de una mayor demanda, especialmente para la producción de biocombustibles. “La oleaginosa se había fortalecido tras conocerse que grupos de empresas petroleras y de biocombustibles se habían reunido con el gobierno para analizar un posible aumento del corte obligatorio”, afirma la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe. Este posible aumento en la mezcla de biocombustibles fue interpretado como una señal positiva para el mercado, lo que impulsó fuertemente el precio del aceite de soja y, por consiguiente, al poroto. Así, el precio de la soja alcanzó un repunte que la llevó a los 378 dólares por tonelada, después de haber estado en torno a los 370 dólares durante la semana anterior.

Sin embargo, ese techo de precios no duró mucho. El miércoles 2 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció oficialmente la implementación de aranceles recíprocos a la mayoría de los países con los que comercia el gigante norteamericano. Este anuncio desató un aumento en la volatilidad de los mercados, y la soja, siendo una de las más vulnerables a posibles represalias comerciales de los países afectados, comenzó a desplomarse. “La soja fue la más susceptible a posibles ataques a las exportaciones estadounidenses en respuesta a la medida de Trump”, comentan desde la BCR. Además, los precios locales también ajustaron a la baja, afectados por el desplome de Chicago y el avance de la cosecha nacional, cerrando la semana en torno a los 292 dólares por tonelada.

Por otro lado, el maíz se mantuvo relativamente estable en el mercado de Chicago, con un precio cercano a los 180 dólares por tonelada. La ausencia de México, principal comprador del cereal estadounidense, en el anuncio de Trump ofreció cierto alivio a los operadores del mercado. No obstante, los analistas advierten que es demasiado pronto para prever si esta tendencia bajista continuará, señalando que el escenario actual sigue siendo altamente volátil y politizado.