Luis Caputo regresa a Buenos Aires para avanzar en negociaciones con el FMI

El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió abandonar la cumbre del Foro Económico Mundial en Davos y regresar a Buenos Aires para concentrarse en las negociaciones clave con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un momento crucial para la economía argentina. La misión técnica del FMI arribó al país para avanzar en un nuevo acuerdo que permita obtener financiamiento fresco y acelerar la salida del cepo cambiario. “Ya en Buenos Aires. Excelente el viaje a Washington. No pude acompañar al Presidente a Davos porque serán tres días de mucho trabajo entre la misión del Fondo, la licitación por adhesión anunciada ayer, y medidas que estamos terminando de diseñar desde la Secretaría de Comercio”, expresó Caputo en su cuenta de X.

El regreso de Caputo a Buenos Aires se produjo tras una gira internacional que incluyó su participación en la asunción de Donald Trump en Washington, donde el presidente Javier Milei se reunió con la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, para destacar la baja de la inflación, el crecimiento económico y el apoyo de la población al plan de ajuste implementado en el país. Si bien el plan inicial era que Caputo viajara con Milei a Davos, el funcionario optó por regresar ante la llegada de la misión técnica del Fondo, que se reunirá con autoridades del Banco Central y del Ministerio de Economía para seguir avanzando en la negociación.

La prioridad del Gobierno argentino es desbloquear nuevos desembolsos por 11.000 millones de dólares del FMI, que servirían para reforzar las reservas del Banco Central y permitir la eliminación de las restricciones cambiarias. En paralelo, el Ejecutivo ha logrado un crédito REPO por 1.000 millones de dólares y busca financiamiento adicional de fondos internacionales y bancos multilaterales, como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la CAF. El presidente Milei destacó que “si conseguimos financiamiento externo, la salida del cepo va a ser más rápida”. Sin embargo, el FMI continúa exigiendo mayores acumulaciones de reservas y ha planteado la necesidad de una “estrategia creíble” para desmantelar los controles cambiarios, aumentar la flexibilidad cambiaria y dar más protagonismo a la política monetaria.

En este contexto, los desafíos para el equipo económico son grandes. A pesar de que el país logró el primer superávit financiero desde 2010, el FMI sigue poniendo condiciones, particularmente por la insuficiente acumulación de reservas. De cara a las elecciones de este año, el Gobierno busca mantener el dólar anclado, evitar una nueva devaluación y controlar las paritarias, lo que se complementa con el desafío de mantener la baja de la inflación sin afectar la competitividad. La intervención del Banco Central en el mercado paralelo ha sido intensiva, utilizando cerca del 60% de los 2.400 millones de dólares disponibles para estas operaciones, lo que refleja la compleja situación cambiaria que atraviesa el país.