El Gobierno argentino completó uno de los pagos de deuda más debatidos en los últimos tiempos, con un desembolso de casi US$ 4.400 millones. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, utilizó las redes sociales para comunicar la noticia de manera informal, tuiteando: “Dicen que lo prometido es deuda…en este caso, PAGADA!”, aunque sin especificar detalles sobre el momento exacto ni las condiciones del pago. Este desembolso se realiza en un contexto de gran presión sobre las reservas del Banco Central y es el mayor pago realizado hasta ahora en la gestión de Javier Milei.
De acuerdo con fuentes oficiales, el miércoles pasado el Banco Central realizó una transferencia de US$ 1.600 millones para abonar a tenedores extranjeros, mientras que este jueves se canceló el cupón correspondiente a los bonos bajo ley local. Como resultado, las reservas cayeron a US$ 31.171 millones, lo que representa una reducción de US$ 1.728 millones. El pago corresponde a los bonos Bonares y Globales 2029 y 2030, y es el tercer cupón de la deuda reestructurada en 2020 bajo la administración de Martín Guzmán, que reemplazó bonos emitidos durante la gestión de Mauricio Macri. La reestructuración permitió una quita de intereses y extendió los plazos de pago, aunque con fuertes compromisos desde este año.
Este pago es el más reciente de una serie de compromisos relacionados con la deuda externa. En enero de 2024, Argentina ya había abonado US$ 1.600 millones en intereses, y en julio se realizó el primer pago de amortización, llevando el total de pagos efectuados a US$ 2.600 millones. En los próximos meses, se esperan vencimientos adicionales por US$ 1.500 millones en intereses y US$ 2.800 millones en capital. Los analistas financieros destacan que una parte significativa de lo pagado podría reinvertirse en bonos soberanos. “Estimamos que cerca de US$ 1.100 a 1.200 millones de los US$ 4.450 millones que se pagan están en manos de entidades públicas, lo que refleja un piso de reinversión”, indicaron desde PPI.
El pago de la deuda se produce en medio de un complejo escenario económico, con el Gobierno negociando un préstamo REPO por US$ 1.000 millones con bancos internacionales como JP Morgan y Citi, y preparando nuevas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según la consultora Quantum Finanzas, la Argentina enfrentará vencimientos por US$ 22.000 millones en 2025, un panorama que mantiene alerta a los inversores internacionales.