El año 2024 para el sector porcino se dividió en dos partes bien marcadas, según el análisis de Juan Luis Uccelli, consultor e ingeniero zootecnista. “El primer semestre fue muy malo, comparable con lo malo que fue el 2020 en la pandemia, y sin justificación alguna de los motivos que en un momento de suba de la inflación y de todos los productos, el precio del cerdo bajó de valor”, señaló Uccelli. Esta caída de los precios afectó a muchos productores, especialmente a los más pequeños y medianos, quienes, debido a su falta de espalda financiera, abandonaron el sistema. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del año, la situación cambió notablemente. Según el especialista, el segundo semestre fue “de interesante a muy interesante”, debido a que los costos se mantuvieron estables, y los productores comenzaron a recibir mejores precios por el cerdo vivo.
A pesar de los contratiempos iniciales, el balance del año para el sector fue positivo. Uccelli destacó que el margen bruto de la actividad resultó favorable, y el promedio de los doce meses fue superior al de 2023, manteniendo una tendencia positiva que se extiende desde 2003, algo que no se repite en ninguna otra actividad agroindustrial del país. En términos de producción, la cantidad de cabezas de cerdo creció más de un 5%, alcanzando los 10,5 millones de animales, y la oferta de carne aumentó más de un 6%, superando las 1 millón de toneladas. Este crecimiento ininterrumpido en la producción por 22 años es otro dato significativo para el sector.
En cuanto al consumo, el per cápita volvió a aumentar, alcanzando cerca de 22,5 kilos por habitante, con la mayoría de este consumo en forma de carne fresca. Por otro lado, la exportación también mostró un incremento, estimándose un aumento de casi el 70%. Sin embargo, Uccelli destacó que la mayor parte de las exportaciones consiste en subproductos de bajo valor que se venden a mercados con precios limitados. A pesar de ello, el mercado chino comenzó a pagar precios más altos por estos subproductos, lo que se perfila como una oportunidad para mejorar los ingresos del sector. En total, los envíos al exterior se cerrarían con 14.000 toneladas y un valor de US$ 13,8 millones, siendo Costa de Marfil y China los principales destinos.
A nivel de importaciones, estas aumentaron un 19%, aunque Uccelli señaló que este crecimiento no afecta gravemente al mercado, ya que las importaciones representan solo el 3,2% de la producción nacional. No obstante, sí complica la colocación de ciertos productos, como la bondiola y el solomillo. De cara al futuro, el consultor proyecta que el sector continuará creciendo en 2025, con un aumento en el consumo por habitante, impulsado por su posición como carne asequible y saludable. Sin embargo, también advirtió sobre la necesidad de corregir “errores fiscales” como el diferencial del IVA, que actualmente desincentiva las inversiones. Si se realizan ajustes en este sentido y se mejora la competitividad en el mercado internacional, Uccelli asegura que el sector porcino podría tener un crecimiento aún más significativo, liberando espacio para la exportación de carne vacuna y aumentando la participación de la carne de cerdo en los mercados internacionales.