El juez federal Julián Ercolini llamó a declarar como imputado al ex viceministro de Justicia y actual senador provincial, Sergio Berni, en la causa por el crimen del fiscal de la AMIA, Alberto Nisman. La citación se produce por las graves irregularidades ocurridas en la escena del hecho los días 18 y 19 de enero de 2015 en el departamento de las Torres Le Parc, según informaron fuentes judiciales. Esta medida convierte a Berni en el funcionario de mayor rango del kirchnerismo en ser citado por esta causa.
La imputación también alcanza a los ex jefes de la Policía Federal, Román Di Santo, y de la Prefectura Naval, Luis Heiler. El fiscal Eduardo Taiano les atribuyó a todos el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, al señalar que no controlaron a sus subalternos en la escena del crimen. “Más de 60 personas, incluso espías de la SIDE, entraron en esos días al departamento donde se hallaba el cadáver de Nisman”, detalló el fiscal. La falta de preservación adecuada del lugar habría dificultado la posibilidad de identificar a los autores materiales del hecho, dejando abierta la posibilidad de un encubrimiento.
En un documento reciente, Taiano enumeró otras irregularidades graves, como la omisión de registrar una tercera vía de acceso al departamento, y la contaminación de pruebas clave como el celular de Nisman y la pistola Bersa 22 con la que fue hallado muerto. “El procedimiento policial pasó por alto evidencias determinantes para la investigación”, remarcó. Además, se denunció que un agente de la SIDE ingresó al lugar sin identificarse, observó la escena y posteriormente realizó un informe a sus superiores. Ante esto, Taiano solicitó al gobierno de Javier Milei que levante el secreto de inteligencia para identificar a los informantes y agentes vinculados.
La conexión telefónica entre los imputados también forma parte central de la investigación. Según Taiano, la noche del 18 de enero de 2015, Berni habló con el entonces secretario de Cooperación del Ministerio de Seguridad, Dario Ruiz, quien habría ordenado la presencia de Di Santo y Heiler en el lugar. Sin embargo, Di Santo declaró que “Berni me dio la orden de asistir al departamento de Nisman y llegué último”, aunque la autorización debió provenir de la fiscal Viviana Fein. Este cruce de versiones y el desorden en el manejo de la escena profundizan las sospechas en torno al rol de los funcionarios.
La causa, que ha atravesado años de controversias y avances lentos, toma un nuevo impulso con estas citaciones y las acusaciones renovadas. El desarrollo de las declaraciones en esta etapa será clave para esclarecer las responsabilidades en uno de los episodios más polémicos de la última década.