El Gobierno avanza en las negociaciones con el FMI para un nuevo programa financiero

Después de varios meses de tensiones y idas y vueltas, el Gobierno argentino ha formalizado su solicitud para iniciar un nuevo programa financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una medida clave para intentar refinanciar la deuda externa, reforzar las reservas y poner en marcha la salida del cepo cambiario prevista para 2025. La vocera del FMI, Julie Kozack, confirmó este jueves que las negociaciones están en curso, asegurando que “las autoridades expresaron interés formal en avanzar en un nuevo programa y las negociaciones están en camino”, tras una reunión en Washington.

La solicitud del Gobierno fue iniciada en julio por el ministro de Economía, Luis Caputo, y se intensificó en las últimas semanas con la presencia de una delegación argentina encabezada por funcionarios clave como el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning. En su conferencia, Kozack destacó los logros económicos del país, como la reducción de la inflación, el superávit fiscal y la mejora de las reservas, subrayando que “la recuperación de la actividad y los salarios reales están firmemente en camino, con el crecimiento tornándose positivo en el tercer trimestre”. Sin embargo, también reiteró que el programa vigente de facilidades extendidas (EEF) vencerá a finales de este año y evitó referirse a las dos revisiones pendientes, que suman un total de US$ 1.100 millones.

El Gobierno busca un acuerdo con el FMI para afrontar los pagos de deuda por US$ 20.000 millones y apuntalar las reservas. Se están barajando varias opciones, entre las que se incluyen un crédito stand-by, similar al que se firmó durante la presidencia de Mauricio Macri por US$ 44.000 millones, o un nuevo acuerdo de facilidades extendidas, con plazos de repago más largos. Caputo, en declaraciones a Radio Mitre, expresó que se encuentran “muy bien encaminados” y que el objetivo es renovar el acuerdo con el Fondo en el primer cuatrimestre del próximo año. Según fuentes cercanas a las negociaciones, la opción más probable es optar por un nuevo acuerdo EEF, que implica un plazo de repago de entre 5 y 10 años.

Las conversaciones entre el Gobierno y el FMI han estado marcadas por diferencias sobre la estrategia económica, particularmente en lo que respecta al tipo de cambio. Mientras que el Gobierno busca reducir el ritmo de devaluación del peso para controlar la inflación, el FMI exige una mayor flexibilidad cambiaria y la eliminación del cepo. Además, el Gobierno enfrenta la presión de los dólares paralelos, cuya reciente suba ha generado tensiones, forzando al Banco Central a intervenir en el mercado del blue tras un período de inacción. La situación de las reservas sigue siendo un desafío importante, con un saldo negativo de US$ 4.600 millones, aunque el Gobierno confía en que los desembolsos pendientes del FMI podrán aliviar esta situación.