La soja enfrenta desafíos: caídas en el precio internacional y rentabilidad limitada para los productores

La campaña sojera en Argentina atraviesa un panorama mixto. Por un lado, las recientes lluvias que despejaron la amenaza de “La Niña” han impulsado la siembra, cubriendo ya el 64,7% de las 18 millones de hectáreas proyectadas para este ciclo. Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 97% de los cultivos presentan condiciones normales o buenas, lo que genera expectativas positivas en cuanto a rendimientos. Sin embargo, la situación no es tan favorable para los productores debido a la caída del precio internacional de la soja, que sigue afectando la rentabilidad, especialmente en los campos alquilados, que representan el 70% de la superficie agrícola del país.

A principios de la siembra, en octubre, el margen de rentabilidad de la soja no superaba los 300 dólares por hectárea en campos propios y era negativo en los alquilados, con pérdidas de hasta 100 dólares por hectárea. A pesar de los buenos rendimientos previstos, el valor internacional de la oleaginosa continúa cayendo, con una cotización de 265 dólares para la soja de mayo 2025 al cierre de este martes, lo que profundiza las pérdidas de los productores. Catalina Ferrari, analista de la Consultora Planifica+, explicó que, a corto plazo, el mercado está presionado por las buenas condiciones tanto en Argentina como en Brasil para la siembra, lo que podría limitar las expectativas de una recuperación de precios.

El economista Ramiro Costa, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, señaló que los precios actuales son especialmente bajos para la etapa de presiembra, con una caída del 15% respecto al año pasado, lo que se traduce en márgenes brutos más reducidos, que bajaron un 26% en comparación con el ciclo anterior. Este descenso en los márgenes se agrava aún más cuando se incorporan los costos de alquiler de tierras. Además, Costa destacó que la presión impositiva sobre el cultivo, con un 33% de retenciones, sigue siendo un obstáculo importante para la competitividad del sector. A pesar de las reformas y políticas implementadas, el anuncio del presidente Javier Milei sobre la eliminación de las retenciones en 2025 no logró calmar el descontento de los chacareros.

En este contexto, las ventas de la campaña pasada se han visto retrasadas. A pesar de que la cosecha 2023/24 alcanzó las 50 millones de toneladas, las ventas hasta la fecha representan solo el 68% del total, un porcentaje significativamente inferior al de campañas anteriores. Este escenario afecta la liquidez del sector, que es clave para las exportaciones del país. Se estima que el sector agrícola generará más de 30.000 millones de dólares en exportaciones para la campaña 2024/25, y el complejo sojero, que incluye poroto, harina, aceite y biodiésel, contribuirá con más de 20.000 millones de dólares. Sin embargo, la incertidumbre sobre los precios y la rentabilidad sigue siendo un desafío importante para los productores argentinos.