La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) oficializó este miércoles la normativa que regula la facturación en moneda extranjera, en el marco de los cambios introducidos por el DNU 70/2023, conocido como “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina”. A través de la Resolución General 5616, publicada en el Boletín Oficial, el organismo detalló los criterios sobre el tipo de cambio a emplear y las modalidades de implementación para operaciones facturadas y pagadas en dólares.
De acuerdo con el tributarista Sebastián M. Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, la normativa representa “un avance significativo hacia la implementación de la bimonetariedad”. La resolución establece que, cuando una factura sea emitida y cobrada en dólares, el tipo de cambio aplicable será el vendedor informado por el Banco de la Nación Argentina al cierre del día hábil cambiario anterior a la emisión del comprobante. “Por ejemplo, si un restaurante factura y cobra en dólares, deberá emplear ese tipo de cambio al generar el comprobante”, explicó Domínguez.
El cronograma de implementación será gradual: los sistemas de “Web Services” se adecuarán el 15 de abril de 2025, mientras que los “Comprobantes en Línea” comenzarán el 15 de enero y los Facturadores Móviles, el 5 de marzo. No obstante, aquellos comercios que utilicen “Web Services” o “Comprobantes en Línea” ya deben aplicar el tipo de cambio estipulado a partir del 18 de diciembre de 2024. Cabe destacar que esta normativa no se aplica a facturas emitidas en pesos cuyo cobro se realice en moneda extranjera.
Además, ARCA publicará diariamente las monedas con cotización oficial en el Banco de la Nación Argentina en el micrositio “Factura Electrónica” de su sitio web. Para aquellas monedas sin cotización, el emisor deberá consignar manualmente el valor utilizado. Esta medida busca facilitar el uso de monedas extranjeras en el comercio cotidiano, impactando tanto en establecimientos que operan con turistas como en empresas que desean ofrecer esta modalidad a sus clientes.
Con esta iniciativa, el país establece un marco normativo más flexible para la facturación en dólares, marcando un precedente significativo en la gestión de pagos y promoviendo la diversificación de monedas en la economía argentina.