El gendarme Nahuel Agustín Gallo, de 27 años, permanece detenido en Venezuela desde hace casi una semana, generando preocupación en su familia, que desconoce su paradero exacto. Gallo había viajado al país para reencontrarse con su esposa y su hijo, pero fue arrestado por las autoridades venezolanas en un aeropuerto de Táchira bajo la acusación de ser un espía. Este sábado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que el gobierno ya conoce el lugar donde Gallo está retenido. “Sabemos dónde está. Está en una base de inteligencia en Táchira”, señaló en declaraciones a radio Mitre.
Bullrich calificó la detención como un “secuestro” y agregó que el caso constituye un hecho grave de “privación ilegítima de la libertad”. Además, informó que el Ministerio de Seguridad presentó una denuncia penal contra el régimen de Nicolás Maduro. “El Ministerio acaba de presentar una denuncia por este secuestro de un miembro de Gendarmería que viajó a Venezuela como ciudadano argentino, no como efectivo”, subrayó. La denuncia, firmada por autoridades de Gendarmería en Mendoza y presentada ante la Justicia federal, sostiene que la detención viola normativas de derechos humanos. “La falta de notificación de la detención implica que se trata de una privación ilegítima de la libertad”, se detalla en el documento, que además advierte sobre el riesgo de desaparición forzada.
El itinerario de Gallo, quien estaba de vacaciones en su puesto de trabajo en la frontera entre Chile y Argentina, incluía varias escalas antes de llegar a Venezuela. Salió de Argentina el 6 de diciembre, pasó por Chile y Colombia, y finalmente intentó ingresar al país sudamericano por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Fue detenido en el área de migraciones y, según testimonios, trasladado en un auto negro por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar. La última comunicación con su familia ocurrió a las 10:57 de ese día, cuando informó que sería sometido a una segunda entrevista.
El caso ha generado nuevas tensiones entre los gobiernos de Argentina y Venezuela. La administración de Javier Milei exigió la intervención de organismos internacionales y endureció las normas para los agentes de seguridad, prohibiendo viajes a ciertos países y estableciendo permisos previos. Bullrich destacó: “Nunca imaginamos que esto podía pasar, pero ahora deberán informar hacia dónde viajarán”. Entretanto, la familia de Gallo sigue aguardando respuestas concretas y su pronta liberación.