Acuerdo histórico entre Mercosur y la Unión Europea tras 25 años de negociaciones

Los presidentes de los países del Mercosur y de la Unión Europea (UE) anunciaron este viernes la conclusión de un acuerdo de libre comercio, un hito tras más de dos décadas de negociaciones. El acuerdo, que involucra a más de 700 millones de personas, marca el final de un proceso lleno de desafíos y desacuerdos entre los miembros de ambos bloques. “Es un hito histórico”, declaró Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, durante una conferencia de prensa en Montevideo, donde estuvo acompañada por los mandatarios de Uruguay, Luis Lacalle Pou, de Brasil, Lula da Silva, de Paraguay, Santiago Peña, y de Argentina, Javier Milei.

El acuerdo ha sido el resultado de intensas negociaciones, que incluyeron siete rondas de diálogo en los últimos dos años. La firma final se alcanzó tras superar las diferencias sobre varias cláusulas, especialmente las relacionadas con el proteccionismo agrícola europeo y las preocupaciones de los países del Mercosur sobre los efectos de ciertas políticas comerciales. A pesar de los avances, aún quedan obstáculos por superar: el acuerdo deberá ser ratificado por los parlamentos de los cuatro miembros plenos del Mercosur y el Parlamento Europeo para entrar en vigor. En Europa, el pacto enfrenta una feroz resistencia, especialmente de países como Francia e Italia, cuyos sectores agrícolas temen la competencia desleal de las importaciones desde América del Sur.

Durante la cumbre, las diferencias entre los presidentes fueron palpables. El mandatario brasileño, Lula da Silva, destacó las modificaciones al acuerdo de 2019, que su antecesor Jair Bolsonaro había firmado, pero que él consideraba inaceptables. “El Acuerdo que finalizamos hoy es muy diferente del anunciado en 2019”, afirmó, resaltando que se habían incorporado cláusulas clave para proteger los intereses de los países del Mercosur en áreas como compras gubernamentales y políticas públicas. En contraste, el presidente argentino, Javier Milei, aunque celebró el acuerdo, lo consideró insuficiente para el desarrollo económico de su país. “Consolidarnos en un bloque común no solo no nos hizo crecer, sino que nos ha perjudicado”, expresó Milei, refiriéndose al Arancel Externo del Mercosur como un obstáculo para el comercio internacional.

Lacalle Pou, quien presidió el Mercosur durante esta cumbre y la última en su mandato, pidió un enfoque más flexible para el bloque. “No se contradice la existencia del Mercosur con la flexibilidad del bloque”, sostuvo, al tiempo que destacó la importancia de mantener un buen trato y respeto mutuo. Con este acuerdo, los países del Mercosur esperan aumentar su comercio con la Unión Europea y acceder a nuevos mercados, aunque las críticas internas continúan, especialmente sobre la falta de apertura hacia otros actores globales.