El mausoleo que alberga los restos de Néstor Kirchner, construido con pórfido patagónico, sigue destacándose en el cementerio de Río Gallegos, un lugar sencillo que no tiene una infraestructura destacada. Con sus 13 metros de largo y 15 de ancho, la construcción fue erigida por Austral Construcciones, la empresa vinculada a Lázaro Báez, y se convirtió en un símbolo de la relación entre el ex presidente y el empresario. En 2011, el mausoleo fue inaugurado como un regalo del empresario a la familia Kirchner, con un costo de 930.000 dólares. Sin embargo, hoy se encuentra en una situación de abandono. A pesar de haber sido declarado Patrimonio Cultural de la provincia durante la gestión de Alicia Kirchner, el edificio carece de mantenimiento adecuado y está cerrado al público desde hace más de tres años.
Según informes de la administración provincial actual, bajo el gobierno de Claudio Vidal, el mausoleo no cuenta con un plan de manejo y no hay información disponible sobre los costos de mantenimiento. La Secretaría de Cultura de Santa Cruz se encuentra trabajando en la conformación de una comisión que se encargue del cuidado y manejo del patrimonio declarado. Sin embargo, la falta de un plan claro de acción y las condiciones del edificio, visibles en las paredes deterioradas por la humedad, reflejan el paso del tiempo sin los cuidados necesarios. “Hay personal que monitorea el mausoleo”, informaron desde la provincia, pero las tareas de mantenimiento se limitan a acciones menores.
El mausoleo, que en su momento contaba con una custodia especial de la empresa Austral Construcciones, presenta evidentes signos de deterioro. La enorme bandera nacional que Lázaro Báez mandó confeccionar especialmente ya no ondea, pues el mástil está completamente oxidado, y la pintura del edificio muestra el escaso cuidado al que ha sido sometido. Además, la fuente de agua que había sido instalada en el lugar ya no funciona y se encuentra en un estado de oxidación avanzada. Los símbolos que antes adornaban el lugar, como banderas y mensajes de apoyo de militantes y políticos, han desaparecido o se encuentran casi irreconocibles debido al desgaste. Los recuerdos de una época de esplendor hoy contrastan con la situación de abandono en la que se encuentra el mausoleo.
Las condiciones actuales del mausoleo no hacen más que reflejar el paso de los años y la falta de atención de los últimos gobiernos. Mientras la provincia de Santa Cruz continúa analizando la situación, queda pendiente la decisión sobre el futuro de este lugar que, más allá de su valor como patrimonio cultural, sigue siendo un símbolo de una etapa política compleja y de la relación entre la familia Kirchner y el empresario Lázaro Báez.