Señales de recuperación: el consumo en Argentina muestra indicios de mejora tras meses de caídas

Después de casi diez meses de caídas en los niveles de consumo, Argentina comienza a ver señales de recuperación en la capacidad de compra de los consumidores. La desaceleración de la inflación, la estabilidad del dólar y un leve aumento en los salarios formales están influyendo en un cambio en el estado de ánimo social de cara a los próximos doce meses. Según el estudio “Social Mood” de la consultora Moiguer, realizado en el tercer trimestre del año, se ha observado una disminución en las expectativas de una crisis económica y un ligero aumento en el optimismo sobre la situación del país, especialmente entre los sectores económicos más altos. Sin embargo, las restricciones en el consumo siguen vigentes para gran parte de la población.

Entre los indicadores que sugieren un cambio de tendencia, se destaca el aumento en la confianza de los consumidores en octubre, según datos de la Universidad Torcuato Di Tella, y el repunte en las ventas de supermercados durante agosto, de acuerdo con los últimos informes oficiales. El informe de Moiguer señala: “La desaceleración de la inflación y el ‘congelamiento’ del dólar empiezan a repercutir positivamente en la percepción del presente: caen las expectativas de una crisis económica y empieza a surgir una visión más optimista sobre la situación del país anclada en la estabilidad de las variables macro”. Este contexto se refleja en la caída de la inflación, que pasó de un alarmante 25,5% en diciembre pasado a un 3,5% en septiembre, según los últimos datos del INDEC.

Otro factor que podría estar favoreciendo la capacidad de consumo es la recuperación de los ingresos formales, que han tenido un incremento mayor que los ingresos no registrados. Sin embargo, aunque los salarios RIPTE muestran una variación negativa de 5 puntos porcentuales en comparación con la Canasta Básica Total (CBT), los salarios no registrados enfrentan una caída de 20 puntos en la misma comparación. El estudio de Moiguer indica que la combinación de estos factores ha llevado a una disminución en la percepción de riesgo de crisis. En este sentido, la proporción de encuestados que consideraba que existía “muy alta” probabilidad de una crisis económica se redujo del 56% en el primer trimestre al 42% en el tercer trimestre.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella también refleja una mejora significativa, con un incremento del 8,8% en octubre respecto al mes anterior, revirtiendo así una baja previa del 5,9%. Los subíndices analizados mostraron un aumento en la categoría de “Bienes Durables e Inmuebles” del 14,66%, junto con un aumento del 8,10% en la “Situación Personal” y del 6,47% en la “Situación Macroeconómica”. Sin embargo, a pesar de este leve optimismo, aún persisten dudas sobre el futuro económico a largo plazo.

La consultora Nextbyn, que analiza datos de distribución a pequeños comercios, reporta un crecimiento en varias categorías durante septiembre, como el aumento del 27% en bebidas alcohólicas y del 19% en productos de higiene. Sin embargo, el consumo en general aún se mantiene por debajo de los niveles de 2023, con caídas acumuladas del 11% en bebidas sin alcohol y en bebidas alcohólicas, así como un descenso del 3% en productos de limpieza. Por su parte, la consultora Scentia evalúa que el consumo se ha mantenido estable desde abril, sugiriendo que se ha detenido el derrumbe de las ventas, aunque aún no hay signos claros de recuperación. No obstante, se espera que a partir de diciembre se puedan revertir estas caídas, ya que se compararán los datos con períodos de consumo históricamente bajos.