El crédito al sector privado mostró un crecimiento significativo en septiembre, superando nuevamente la inflación proyectada y consolidando así cinco meses consecutivos de expansión. Según analistas de la City porteña, este comportamiento es un claro indicio de la reactivación económica que comienza a afianzarse en el país. Tanto los préstamos a empresas como a familias evidenciaron un repunte, con un marcado aumento en los préstamos prendarios e hipotecarios, especialmente los vinculados a la modalidad UVA, que venían de niveles históricamente bajos.
De acuerdo con la consultora Outlier, “la expansión del crédito al sector privado se aceleró, alcanzando un crecimiento real del 8% mensual ajustado por estacionalidad, con especial énfasis en líneas de corto plazo vinculadas al consumo”. Este dinamismo, según explicaron, está vinculado a una mayor demanda de pesos, lo que resulta clave para impulsar la actividad económica. “La recuperación del crédito, junto con la remonetización de la economía, está impulsando la demanda de pesos, lo cual es clave para la reactivación de la actividad económica”, aseguraron desde la consultora, destacando el impacto positivo que este fenómeno puede tener en el contexto económico local.
Un análisis detallado de las diferentes líneas de crédito revela que tanto las empresas como las familias aumentaron su nivel de endeudamiento en septiembre. Entre los préstamos a las familias, los préstamos personales registraron un crecimiento notable, con un incremento real de más del 14% solo en septiembre, y un acumulado del 33% en comparación con el mismo mes de 2023. Guillermo Barbero, de First Capital, destacó que “esta es la línea que ha marcado el mayor incremento, tanto en términos nominales como reales, durante el último año”. Además, subrayó que la combinación entre rentabilidad y riesgo que presentan estos créditos es favorable para las entidades financieras, lo que ha incentivado su crecimiento.
Por otro lado, las tarjetas de crédito también mostraron una recuperación, con un aumento superior al 4% en términos reales. Cesar Bastien, de la Consultora C-PM, señaló que “desde marzo de este año, el peor mes de 2024 para las tarjetas, el crecimiento en términos reales supera el 32%”. A pesar de que en 2023 las tarjetas de crédito se usaban principalmente como herramienta para protegerse de la inflación, en 2024, el contexto de recesión ha llevado a los consumidores a ser más cautelosos y utilizar este instrumento para optimizar su consumo.
El crédito hipotecario, aunque desde niveles muy bajos, también mostró signos de recuperación con un aumento real cercano al 15% en los últimos meses. “Se aprecia un incremento real en los últimos cuatro meses, aunque en valores relativos modestos”, explicó Barbero. Sin embargo, señaló que “la colocación nominal sigue subiendo, lo que indica una tendencia firme que aún no ha alcanzado su techo de crecimiento mensual”. Esta tendencia refleja un renovado interés en las líneas de financiamiento a largo plazo atadas a la inflación, que muchos bancos han vuelto a ofrecer en busca de captar clientes interesados en créditos hipotecarios.
La recuperación del crédito en el sector privado es vista por los analistas como una señal positiva de la economía, que podría estar en camino hacia una reactivación sostenida.
