Fabiola Yañez, ex primera dama, ha sacudido el escenario político argentino con un dramático descargo en el que sugirió haber sido víctima de múltiples infidelidades durante su relación con el expresidente Alberto Fernández. Entre los rumores que han circulado durante el mandato de Fernández, uno de los más persistentes involucra a Grisel Tamborro, una joven azafata de la aerolínea Flyzar, cuyo inesperado ascenso dentro de la administración presidencial ha despertado suspicacias. Según diversas fuentes, Tamborro habría conocido al expresidente durante un viaje en un chárter privado en medio de la pandemia de COVID-19, relación que eventualmente la llevó a ocupar un puesto en la Secretaría General de la Presidencia, hasta su reciente desvinculación bajo el ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei.
Grisel Tamborro, de 32 años, comenzó su relación laboral con el gobierno tras el encuentro con Alberto Fernández y Julio Vitobello en un vuelo contratado por la administración anterior. Posteriormente, fue asignada al área de “Salones y Eventos” en la Dirección General de Servicios Generales de la Casa Rosada, un puesto que, según sus ex compañeros, generó tensiones debido a su actitud y presuntos privilegios. “No le gustaba que le den órdenes”, comentó una fuente cercana, quien también mencionó que Tamborro tuvo conflictos con una funcionaria por ausencias relacionadas con su trabajo como azafata, además de ser acusada de cobrar horas extras “dudosas”. Sin embargo, pese a estos incidentes, logró mantenerse en su cargo, siendo luego trasladada a otra dirección dentro de la misma Secretaría General.
El contexto en el que Tamborro se desempeñó en la administración Fernández ha alimentado especulaciones sobre una posible relación más allá de lo profesional con el expresidente. En 2021, fue llamada por un secretario de la “pre-privada” del Presidente, un gesto inusual para una empleada de bajo rango. Además, Tamborro intervino exitosamente en la reubicación de un director despedido, lo que reforzó la percepción de que contaba con protección especial dentro de la Casa Rosada. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su visita a la Quinta de Olivos ese mismo año. Según registros obtenidos por Poder Ciudadano, Tamborro ingresó el 31 de marzo de 2021 a las 21 horas y se retiró a las 21:59, siendo la última persona en ver al entonces presidente esa noche. Un ex funcionario no dudó en afirmar que entre ambos había “algo más que un diálogo fluido”.
La situación de Tamborro cambió radicalmente con la llegada de Javier Milei a la presidencia. En febrero pasado, fue desvinculada de su cargo en medio de una serie de cancelaciones de contratos dentro del marco del ajuste del nuevo gobierno. Pese a la delicadeza del tema, la actual administración ha optado por no intervenir en el escándalo que involucra a Fernández, aunque el propio Milei comentó el caso en un posteo en X, afirmando que “la tercera en discordia ha sido beneficiada con un contrato cuya contraparte final es el Estado, ello constituye prostitución”. Sus declaraciones hacen referencia a la denuncia de Fabiola Yañez, quien acusa a Fernández de haberle sido infiel con Cecilia Hermoso, ex directora de Comunicación Digital de la administración anterior.
Este escándalo no solo afecta la vida personal del expresidente, sino que también pone en tela de juicio la transparencia y la ética en el manejo de recursos del Estado durante su mandato, abriendo un nuevo frente de críticas en un contexto político ya de por sí turbulento.