A pesar de haber pasado por ambas Cámaras, el trámite de la Ley Bases aún no ha concluido. La razón es que el Senado, actuando como Cámara revisora, introdujo modificaciones al texto aprobado por Diputados el 30 de abril. Por lo tanto, el proyecto con cambios ha regresado a su cámara de origen para su sanción definitiva, tal como lo establece la Constitución Nacional en su artículo 81.
Este artículo especifica que, si el proyecto recibe adiciones o correcciones por la Cámara revisora, se debe indicar el resultado de la votación para establecer si las modificaciones fueron aprobadas por mayoría absoluta de los presentes o por dos tercios de los mismos. “La Cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes”, señala la normativa. En este último caso, el proyecto se enviará al Poder Ejecutivo con las modificaciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su redacción original con el voto de las dos terceras partes de los presentes.
En este contexto, los Diputados, como cámara de origen, enfrentan una decisión crítica. No pueden introducir nuevas modificaciones, solo tienen la opción de aceptar las correcciones del Senado o insistir en la redacción original. Este procedimiento ha generado un intenso debate, especialmente considerando que el proyecto es extenso y cuenta con un complemento significativo en el paquete fiscal.
Una pregunta clave ha surgido: ¿Puede Diputados aceptar parcialmente las modificaciones del Senado y mantener ciertas secciones del proyecto tal como fueron aprobadas inicialmente? Algunos bloques dialoguistas sugieren una votación “en mosaico”, es decir, aprobar algunas enmiendas y rechazar otras. En apoyo a esta postura, el bloque de la UCR ha presentado un informe basado en un acuerdo de 1995 entre los entonces presidentes del Senado y Diputados, Carlos Ruckauf y Alberto Pierri, respectivamente. Este acuerdo permitía a la Cámara de origen “aprobar o desechar la totalidad de dichas adiciones o correcciones, o aprobar algunas y desechar otras”, siempre respetando las mayorías prescritas por el artículo 81.
La historia reciente muestra precedentes de cómo se han manejado estas situaciones. El informe de la UCR documenta ejemplos de leyes que fueron sancionadas con modificaciones parciales, la última de ellas en 2007. La decisión de los bloques dialoguistas, especialmente en temas sensibles como las privatizaciones, será crucial. Además, el presidente Javier Milei tiene la facultad de vetar total o parcialmente el proyecto. En tal caso, ambas cámaras necesitarían reunir una mayoría de dos tercios para superar el veto presidencial, resaltando la importancia de las alianzas y acuerdos políticos en este proceso legislativo.