En una jornada histórica marcada por intensos debates y tensiones políticas, el Senado argentino aprobó la Ley Bases tras una ajustada votación que obligó a la vicepresidenta Victoria Villarruel a ejercer su poder de desempate constitucional. Este proyecto, considerado por el Gobierno de Javier Milei como fundamental para su agenda legislativa, ahora pasa a la Cámara de Diputados para su revisión final, donde se esperan nuevos desafíos y negociaciones.
La sesión en el Senado fue excepcional desde el retorno de la democracia en 1983, con Villarruel desempatando en tres ocasiones durante el debate en particular. El momento crucial llegó luego de trece horas de discusión, cuando la votación quedó empatada en 36 votos a favor y 36 en contra. Con su voto afirmativo, Villarruel aseguró la aprobación del proyecto en general, superando así los obstáculos que enfrentó el oficialismo.
El presidente Milei había apostado fuertemente por la Ley Bases, que incluye el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y otras reformas económicas significativas. El apoyo clave para la aprobación en particular vino de senadores que rompieron con la línea partidaria, como Sandra Mendoza, Carolina Moisés y Guillermo Andrada, quienes se alinearon con el oficialismo a pesar de las diferencias internas en sus respectivas bancadas.
Villarruel, en su intervención antes de desempatar, subrayó la necesidad de apoyar a los argentinos que buscan un cambio y un mejor futuro económico: “Por esos argentinos que sufren, que esperan no ver a sus hijos partir del país, mi voto es afirmativo”. Este gesto no estuvo exento de tensiones, ya que provocó críticas y protestas por parte de la oposición, que cuestionó duramente la fundamentación de su decisión.
Fuera del recinto legislativo, las protestas se intensificaron con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Grupos sindicales y partidos de izquierda se movilizaron en contra de las políticas propuestas por el Gobierno, lo que refleja las profundas divisiones y el clima de confrontación política que rodea al debate de la Ley Bases.
La aprobación de la Ley Bases en el Senado representa un avance significativo para el Gobierno de Milei, pero también revela los desafíos y las críticas que enfrenta su administración. Con la mirada puesta en la Cámara de Diputados, el oficialismo buscará consolidar su victoria legislativa y avanzar en su agenda económica y política, en medio de un escenario marcado por la polarización y las expectativas de cambio en la sociedad argentina.