El presidente Javier Milei se suma como querellante a la causa judicial que investiga una presunta red de espionaje ilegal, la cual incluye el hackeo a teléfonos de ministros de la Corte Suprema y jueces federales relacionados con casos de Cristina Kirchner. Esta decisión surge luego de que se descubriera que sus datos personales estaban entre los archivos secuestrados a Ariel Zanchetta, un ex policía federal y espía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La investigación, que comenzó con varios casos individuales de hackeos telefónicos, se amplió significativamente cuando se encontraron vínculos entre distintos actores involucrados en los delitos. Además del hackeo a Milei y a su hermana, Zanchetta tenía información de aproximadamente 1.200 personas, lo que llevó al presidente a solicitar ser parte del proceso judicial como querellante, solicitud que fue aceptada por el juez Marcelo Martínez De Giorgi.
Este caso, que comenzó con investigaciones paralelas sobre hackeos a distintas figuras políticas y judiciales, se consolidó con el descubrimiento de conexiones entre el joven hacker Ezequiel Nuñes Pinheiro y Zanchetta. La magnitud del espionaje llevó a la unificación de varios expedientes en manos de Martínez de Giorgi, aunque la causa también ha generado controversia debido a las dificultades para resguardar la privacidad de las personas afectadas sin obstaculizar la investigación.
A medida que la investigación avanza, se revelan nuevos aspectos de la red ilegal, incluyendo contactos con figuras políticas y funcionarios del gobierno anterior. La presencia de Milei como querellante en este complejo entramado judicial resalta la gravedad del caso y subraya la necesidad de esclarecer estos actos de espionaje y violación de la privacidad.