En un frustrante encuentro del Consejo del Salario, el Poder Ejecutivo, las cámaras empresariales y las organizaciones de trabajadores no lograron llegar a un acuerdo sobre el nuevo Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) ni sobre los montos de la prestación por desempleo. Tras más de cuatro horas de intensas discusiones y dos cuartos intermedios, las partes se retiraron sin definiciones claras, dejando al Gobierno la responsabilidad de determinar unilateralmente el nuevo piso de estos ingresos, según fuentes sindicales.
La Confederación General del Trabajo (CGT) había propuesto establecer un salario mínimo de 288.600 pesos a partir de febrero, un aumento del 85% respecto al último monto. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por la contraparte empresarial, liderada por la Unión Industrial Argentina (UIA), que no formuló ninguna alternativa concreta durante la reunión, según denunciaron fuentes sindicales.
Ante la falta de consenso, las partes no lograron avanzar en la negociación, con un empate de 16 a 16 en la votación de la propuesta sindical. Ante esta paridad, y ante la imposibilidad de presionar a ninguna de las partes, el Gobierno anunció que emitirá un decreto en los próximos tres días para establecer el nuevo monto del Salario Mínimo Vital y Móvil.
La decisión del Gobierno de intervenir unilateralmente en la fijación del salario mínimo ha generado fuertes críticas por parte de las organizaciones sindicales, que acusan al Ejecutivo de obstaculizar deliberadamente las negociaciones y de desentenderse del drama social que enfrentan los trabajadores argentinos. Por su parte, la falta de propuestas concretas por parte del sector empresarial y la incapacidad de llegar a un acuerdo revelan una profunda brecha entre ambas partes, lo que augura un futuro incierto para las negociaciones salariales en el país.
